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No es ciencia ficción: la tecnología en bioseguridad llegó para quedarse.

No es ciencia ficción: la tecnología en bioseguridad llegó para quedarse.

Con el coronavirus, los códigos QR, el reconocimiento facial y los sistemas de desinfección, se han vuelto parte del día a día. La crisis está demostrando que no solo facilitan la vida, sino que son un excelente aliado para la gestión empresarial a largo plazo.

Hace unas décadas nadie imaginaba que, al entrar a un centro comercial, un restaurante o la oficina, tendría que dejar sus datos, someterse a un chequeo de temperatura o incluso pasar por un punto de desinfección. Muchos lo veían como parte de un futuro distópico o una película de ciencia ficción. Pero la llegada del coronavirus mostró que esas medidas de seguridad biológicas que antes se usaban solo en hospitales o en espacios bacteriológicos, tienen gran utilidad en el uso cotidiano.

Con la vacuna lejos, todos los expertos coinciden en que el distanciamiento social y las medidas de autoprotección son la única manera de mantener al enemigo a raya. Y en ese sentido, la tecnología en bioseguridad es la mejor aliada. En especial para las empresas que buscan normalizar tan pronto como puedan sus actividades.

Un reciente artículo de Business Insider lo deja claro. Allí el periodista Daniel Geiger describe el caso de éxito de Vornado Realty Trust, uno de los propietarios de oficinas más grandes de la ciudad de Nueva York. Sus directivos cuentan que métodos como el reconocimiento facial o el escáner del código QR, les han permitido durante años que sus empleados pasen rápidamente por controles de seguridad, pero ahora se han vuelto más cruciales que nunca para evitar la propagación del virus.

“A prácticamente todos los que han utilizado la tecnología les ha gustado. Pero ahora ha ganado importancia en medio de la pandemia, ya que los trabajadores se preocupan por la transmisión de gérmenes en los espacios públicos y el lugar de trabajo”, explicó David Greenbaum, vicepresidente de Vornado y uno de los líderes principales de la compañía.

En India, por ejemplo, han ido más lejos. Con o sin coronavirus, es posible que 400 millones de ciudadanos del país asiático pronto necesiten utilizar el reconocimiento facial para acceder a sus cuentas bancarias. Actualmente, cuatro bancos están probando sistemas de reconocimiento facial, pero el plan es implementarlo definitivamente. Solo en junio, este programa de autenticación ya facilitó más de mil millones de transacciones.

Según el gobierno Indio, el principal impulsor del cambio fue la pandemia, pues los sensores de huellas dactilares compartidos, con los que hoy operan, representan un riesgo para la salud pública. Pero confiesan que también los motivó que este antiguo método tiene una tasa de error de hasta el 20 por ciento, ya que muchos usuarios tienen huellas dactilares deformadas o erosionadas debido a sus trabajos manuales. En caso de darse dicha transformación, muchos consideran que será el paso que consolidará a la tecnología como una parte inevitable de la forma en que el gobierno interactúa con sus ciudadanos.

En el campo de los viajes, los expertos incluso vaticinan que la tecnología de reconocimiento facial emergerá como la nueva revisión de seguridad, e incluso será la nueva tarjeta de embarque. “A medida que se expandan las tecnologías sin contacto. Tu cara será tu boleto. No habrá que ir buscar el tiquete, ni entregar documentos de pasaporte”, dijo recientemente el arquitecto de aviación Ty Osbaugh en un artículo sobre el futuro de los aeropuertos. Osbaugh pertenece a la compañía Gensler, una firma global que ha diseñado muchos aeropuertos, incluidos San Francisco, John F. Kennedy, Los Ángeles e Incheon de Corea del Sur.

Y es que las tecnologías biométricas ofrecen ventajas únicas más allá del mecanismo en sí.

Para una empresa, el hecho de que todos sus empleados tengan datos biométricos, significa que nunca olvidarán sus credenciales en casa ni las perderán. Tampoco tendrán que preocuparse por olvidar sus contraseñas. Lo que en resumen ahorrará tiempo y costo a las compañías que podrán invertir en otras cosas.

Además, ya que el reconocimiento facial es único y la mayoría de datos biométricos son difíciles de copiar, implementarlo aumentará significativamente la seguridad hasta el punto de eliminar la posibilidad de ataques de piratería y violaciones del servidor virtuales. Por eso, un número creciente de organizaciones de todo el mundo han estado implementando sistemas de autenticación biométrica en los últimos años.

Todos estos cambios, por supuesto, son costosos. Y muchas personas aún desconfían de los efectos negativos que pueda generar dicha recolección de datos para la privacidad. Pero todos los expertos en innovación y tecnología coinciden en que nada detendrá la tendencia. En la medida que se demuestre la transparencia de datos y su reglamentación, tanto ciudadanos como empresas, se darán cuenta que estas tecnologías están allí sólo para facilitar la vida e impulsar la eficiencia y la seguridad.

Justamente esa es una de las fortalezas de nuestra compañía, cuyo propósito es transformar ese futuro en presente a través de productos tecnológicos y sistemas de desinfección de los más altos estándares de calidad. La prueba es que todos están avalados por científicos y expertos en salud y seguridad, lo que garantiza que somos una de las mejores alternativas en el mercado para el control y prevención de cualquier virus como el que hoy está transformando a la sociedad. En ese sentido, todos nuestros equipos están pensados para permitir a las compañías funcionar con tranquilidad.

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